Huétor Vega potencia el fútbol base
Cerca de un centenar de futbolistas en potencia se ejercitan por las tardes en el estadio municipal de Las Viñas
E.T.
Miércoles, 20 de abril 2016, 07:28
En esas marchas vespertinas es habitual pararse a contemplar los entrenamientos de los chavales en el estadio de fútbol, en cuyas pistas anexas se ejercitan ... múltiples colectivos. Al lado, junto a las calles que llevan nombres de palos flamencos (Verdiales, Bulerías), llaman la atención las piruetas de unos jóvenes en lo que parece un improvisado circuito de trial bici elaborado con gigantescas piezas de obras. Son los responsables del Club Trial Bici de Huétor Vega y en el grupo de encuentra Raúl Herrera, brillante mundialista. El club atesora hasta cinco campeones de Andalucía. En Huétor huele a deporte por los cuatro costados.
En efecto, un garbeo por La Libertad una tarde cualquier sirve para comprobar el auge de deportes minoritarios y, en especial, los femeninos, como la gimnasia rítmica y el voleibol, en plena efervescencia en Huétor Vega. En realidad, las claves no solo residen en las instalaciones y la situación geográfica. «Hay un movimiento importante. Se ve en cualquier iniciativa, como las jornadas de aeróbic, las expediciones de senderismo o el baile de salón. Se suelen concentrar cientos de personas. Yo me quedo asombrado con el empuje y la ganancia del deporte en este pueblo», confiesa José Manuel Prieto, concejal de Deportes. La carta es amplia y para todos los gustos. Huétor Vega y su bufé deportivo.
Siete nativos entre veinte
Pero ya se sabe que el fútbol es el deporte rey. Poco después de las cuatro de la tarde, ya se suele ver por la cantina de Las Viñas a los padres que contemplan a sus retoños correr detrás de la pelota. Muchos no tienen aún ni siquiera doce años, pero muestran una visión de juego en rondos y partidillos propia de Xabi. El olfato de gol de Suárez. Las diabluras de los regates de Neymar. O la potencia del disparo de Bale. Son futbolistas en ciernes y saben a lo que juegan. Como Iniesta en aquellos campeonatos infantiles de Brunete, sueñan con llegar a lo más alto y saborear las mieles del éxito algún día.
«Pásamela, que tengo hueco», se oye desde la grada. «Busca al hombre libre. ¡Hombre libre!», exclama un compañero desde la banda. Los terapeutas y preparadores coinciden en resaltar los valores del trabajo en equipo que infunde el deporte desde tan tempranas edades. Ya lo avisaba Di Stéfano: ninguno tan bueno como todos juntos.
El primer equipo, el CD Huétor Vega absoluto, cuenta en la actualidad con siete jugadores nativos del pueblo en sus filas. Casi la mitad de una plantilla de veinte. Es la cantidad habitual temporada tras temporada. Según el presidente, Paco Megías, podrían ser más. «Pero jugamos ya en un nivel alto de competitividad. Y la competición trae consigo una serie de exigencias». El CD Huétor Vega es tercero en la actualidad en el grupo 4 de Primera Andaluza. Aspira al ascenso a Tercera y tiene posibilidades. Su entrenador, Luis Navarro, condujo al Granada 74 en la época dorada de Carlos Marsá. Es fútbol de alto copete.
Un exceso de ambición que a veces puede resultar contraproducente. «El gran problema de la cantera del CD Huétor Vega es que tienen muy poca paciencia. Quieren hacer un partido bueno y ser titulares con el primer equipo el domingo siguiente. Y las cosas no funcionan así», apunta el presidente.
Estos pequeños se aproximan al fútbol técnico bajo el mando de un elenco de cinco monitores de Huétor Vega, que priorizan el «enseñar a aprender» sobre el «enseñar a competir». «Cuanto más pequeños, más nos centramos en formarlos. Un fútbol de formación, con las herramientas para desarrollarse después», aclara Paco Megías. Eso los que tienen paciencia, porque muchos tiran la toalla o deciden dedicar su tiempo a otra cosa conforme avanza la adolescencia. Como en la vida, nadie regala nada en el deporte.
Tarifas
La colaboración entre el CD Huétor Vega y el Ayuntamiento propicia la existencia de una escuela de fútbol para niños de tres, cuatro y cinco años en el pabellón de La Libertad, con matrículas a 10 euros mensuales para empadronados y 20 euros al mes para los no empadronados. Del mismo modo, entre 15 y 25 euros es lo que pagan las categorías federadas: benjamín 7, alevín 7, infantil, cadete y juvenil. Así que uno se queda pensando que a Di Stéfano le hubiera gustado darse un paseo por la avenida de La Libertad y por Los Almendros cualquier tarde soleada. Puro ambiente deportivo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión