Los vecinos de Huétor Vega, consternados por el niño caído de un tercero en la plaza de la Iglesia

Una vecina comentó a IDEAL que ?fueron los setos y las ramas de los árboles los que amortiguaron la caída y evitaron la tragedia?. En efecto, en cualquier otro punto de Huétor Vega, el suceso hubiese resultado letal.

Según las distintas versiones recogidas a pie de calle, todo apunta a que los padres del menor no estaban en la casa cuando el pequeño cayó por el balcón.

El padre del accidentado fue identificado por los agentes actuantes en este suceso aunque no fue detenido. Lo curioso es que este dramático episodio no es el primero que sufre este niño de cinco años. El pasado mes de enero, una patrulla de la Guardia Civil se lo encontró por las calles de Huétor Vega deambulando en plena madrugada. Iba con zapatillas y con un simple pijama, pese al frío que hacía esa noche. Los agentes lo recogieron de la calle, comunicaron el hecho a la Fiscalía de Menores e imputaron al padre por un presunto delito de abandono familiar, en este caso de un menor. La suerte también se puso del lado del pequeño aquella fría madrugada del pasado mes de enero.

Deambuló en pijama en enero

De momento, el menor sigue con vida ingresado en la UCI y evolucionado de forma favorable. La noticia ha corrido como la pólvora en el entorno donde viven y trabajan los padres. Y lo incomprensible de este episodio es cómo este niño de cinco años ha podido sobrevivir a la caída desde un tercer piso la tarde del lunes y cómo logró ser rescatado en la madrugada de aquel mes de enero de 2015 cuando deambulaba solo por una calle de Huétor Vega, vestido con un pijama y unas zapatillas de andar por casa.

?Es una pena, no nos explicamos cómo un niño de cinco años se puede caer. Los padres no debían de estar en casa porque fueron a llamarlos y vinieron desde otra calle?, apunta María, una mujer mayor vecina de la zona. El menor cayó desde la tercera planta y la suerte quiso que las ramas de los árboles próximos al edificio desde el cual se precipitó lo frenaran y, por último, un seto que bordea la plaza hizo las veces de colchón para amortiguar el golpe.

?De repente, empezaron a venir ambulancias, coches de la Guardia Civil, se llenó todo de gente, pero el niño cuando se lo llevaron iba con vida?, explicó ayer Antonio Ruiz, un vecino de una calle próxima al lugar donde ocurrieron los hechos.