2016 traerá a Huétor Vega una bajada consensuada del IBI
Si algo ha cambiado en la política de Huétor Vega desde las recientes elecciones municipales es la necesidad de consensuar cada una de las medidas que toma el equipo de gobierno. Ya sin mayoría absoluta, el PP de Mariano Molina escucha y cede ante las peticiones de las otras cuatro fuerzas que componen la corporación municipal. Un claro ejemplo de ello son los presupuestos que los populares van a poner sobre la mesa de cara a su aprobación, que urge encarrilar en noviembre.
E.TÉBAR
Miércoles, 20 de abril 2016, 06:59
En Huétor Vega, todo se pacta. Sucedió en los primeros coletazos del mandato, en verano, cuando los cinco partidos acordaron ayudar con el material escolar ... a las familias más escasas de recursos. Una de las bazas de Molina en las elecciones fue su tendencia al ahorro: dejó un remanente de casi un millón de euros para la etapa venidera.
También en verano se hizo público un pacto entre PP y Ciudadanos para rebajar la presión fiscal de los hogares con el objetivo de ayudar a las familias del municipio. Se trataba de la reducción de un 10% en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y de un 5% en el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica. Al cierre de esta edición, queda pendiente definir la intensidad de la rebaja del impuesto, por lo que se decantan el resto de los partidos.
En este sentido, el portavoz y concejal, Pedro J. Collado, señala que el IBI «se usa como base el valor catastral, que a petición del gobierno popular local se actualiza este año un 110%. Sobre ese valor se aplica un porcentaje, que decide el Ayuntamiento. Aunque ahora se baje la tasa, se hará sobre un valor mayor, quedando el recibo casi igual». Collado critica la forma de plantear la rebaja de la contribución. «Creemos que hay que aplicar los impuestos con visión social, haciendo pagar más a los que más tienen y rebajándolos para los que pueden estar pasando situaciones difíciles».
En general, casi todos los ayuntamientos de la provincia granadina tienen en el IBI el mejor instrumento de recaudación directa del dinero que precisan para cuadrar sus presupuestos. Los ciudadanos, por su parte, padecen con este gravamen el mayor desembolso al que han de hacer frente cada año en el municipio donde viven. Por regla habitual, cuanto mayor es el tamaño de la población, más dinero se ha de satisfacer al respectivo ayuntamiento. Pero otras cuestiones entran también en juego para su cálculo. Tales como las revisiones catastrales, el tipo de vivienda de que se trate, su superficie o su emplazamiento.
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