Un ingeniero de Huétor Vega crea una 'app' para la democracia participativa
Tiene 33 años y un espíritu emprendedor a prueba de bombas. Norberto Fuentes, ingeniero de telecomunicaciones hueteño, sufrió ?como tantos otros jóvenes de su generación? el azote de la crisis. Tras un periplo laboral lejos de su tierra, volvió a Huétor Vega para pulir sus ideas.
EDUARDO TÉBAR
Miércoles, 20 de abril 2016, 07:48
Porque Norberto no para quieto. Montó una academia, desarrolló un software pionero en la enseñanza, realiza trabajos audiovisuales y ha empezado a estudiar finanzas. «Y ... luego viene mi madre y me pregunta que cuándo voy a empezar a trabajar», bromea.
Pero ni él, tan arrojado, imaginaba el gran interés social que iba a despertar su última creación: una aplicación para la participación ciudadana a través de WhatsApp. La presentación de su ocurrencia en Facebook alcanzó una viralidad de 40.000 personas en solo cinco días.
La app funciona gracias a un «robot WhatsApp» que contabiliza el sentido del voto de las personas, previamente registradas, de forma que se evitan manipulaciones y perfiles falsos, como ocurre en otros sistemas parecidos en redes sociales. Además, garantiza la privacidad del participante en la votación, que no puede ser identificado por otros usuarios.
Fuentes, que sueña en voz alta con un vivero de empresas en Huétor Vega, cree que los tiempos están cambiando y que los vecinos ya son capaces de decidir con facilidad en los asuntos de la vida municipal. «Es una app pensada para ser una herramienta de democracia participativa real. Todavía no tenemos el nombre definitivo, pero va ganando WhatsVote. No es una app para que el usuario se la descargue. Es más bien una forma de automatizar votos a través de WhatsApp. Uno de los puntos interesantes es que puedes comprobar que tu voto llega, se contabiliza y además es anónimo. En tiempo real se ven cómo van las votaciones y el número de participantes», explica el ingeniero.
Emprendedor
El eco que la propuesta ha logrado en Facebook obedece, según Norberto, a la ruptura de la «desidia» del ciudadano. «Todo esto se puede ver ya en Twitter y Facebook: cientos de comentarios aparecen todos los días sobre lo bien o mal que están las cosas. Pero hasta ahora no había una forma fácil, rápida, barata y anónima de contabilizar todas las opiniones».
Cuestión aparte es la quimera que supone rentabilizar una aplicación hoy en día. «Hace años que el mercado de las aplicaciones está masificado. Muchos jóvenes desarrolladores fantasean con inventar la gran aplicación, dejarla en el Google Play y hacerse millonarios. Eso es prácticamente imposible. Hay que usar otros canales tan clásicos como remangarse la camisa y salir a la calle. En general, es bastante duro ser emprendedor en España, y más aún en Andalucía», reflexiona Fuentes. «Emprender tiene que ver, según yo lo concibo, con empezar desde cero, arriesgar tu tiempo y tu dinero con un alto grado de fracaso, caerte y volverte a levantar. Así las veces que haga falta hasta mejorar la sociedad».
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