La hoguera de los 'selfies'
No era la Roma de Nerón ni el coloso en llamas, pero se parecía. El Recinto Ferial albergó un fuego multitudinario en Huétor Vega. La hoguera de San Juan acogió los deseos y las ganas de fiesta de varios cientos de vecinos, que se unieron a la larga tradición de celebrar la noche más corta del año. Papeles con propósitos de cambio, ambiente de jarana y espíritu de unión. El pueblo vivió la velada más supersticiosa y divertida a modo de despedida de la primavera. Todo a favor para seguir el ritual del solsticio de verano. Una ceremonia mágica que se celebra desde hace siglos en honor a San Juan Bautista. La hoguera del Recinto Ferial iluminó el mar de luces desde la Cuesta de las Cabras, con las casas de Mundo Nuevo y el horizonte de la vega granadina al fondo. El aire se impregnó de olores, de festejo y de culto a los sentidos. Y de aroma a brasa, porque la gente del Comité de Fiestas no paró hasta agotar los más de ochenta kilos de lomo que sirvieron en exitosos bocatas. Se trataba de esperar desde las 21.30 horas el momento adecuado para comenzar los pasos y no dejar escapar las energías fantásticas. Este año, como en el anterior, los más impetuosos no pudieron saltar la llama debido al cordón protector. Cuenta la leyenda que así se cumplen los deseos. Sin embargo, el personal de Protección Civil ayudó a trasladar a la hoguera los papeles con los propósitos de los hueteños.
E.T.
Miércoles, 20 de abril 2016, 07:33
Tras la barra, se ocuparon de servir bebidas y bocadillos rostros conocidos del consistorio, como el propio alcalde, Mariano Molina del Paso, así como Mary ... Carmen Servilia López Nieto, Elisa González Pedraza, Roberto Molina Álvarez, Mariano Girela Junco o José Manuel Prieto Alonso. También anduvo por allí Pedro José Collado, concejal de Ahora Sí.
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La pachanga musical en vivo y la parrillada animaron la escena en una noche de martes para dar la bienvenida al verano. La fecha entre semana propició que algunos se retiraran a media noche, como cenicientas obedientes. «Mañana hay que trabajar, que si no, nadie nos sacaba de aquí», apuntaba Sebastián Girela.
Palos y cámaras
La otra cara de la moneda la representaban grupos de amigas como el formado por Marta García, Carmen Salgado, Sonia Blanco, María Jesús Aceituno y Tamara Ruiz. «Aún no hemos terminados los exámenes, pero después de la feria del Corpus nos quedamos con ganas de más fiesta. Nada mejor que una juerga en nuestro pueblo, Huétor Vega, y además esta noche es especial porque hemos lanzado el deseo de acabar bien el curso», comentaban. Padres e hijos. Mayores y pequeños. Y muchas, muchas pandillas de hueteños. Federico Molina optó por llevarse las sillas de playa para contemplar el fuego con los suyos. Matías Ortiz, con su novia, Natalia Sánchez, prefirió el relax ?cerveza en mano? tras una intensa sesión de cumbia y baile efusivo. Ah, y casi todo el mundo con palo de ?selfies? y chaqueta, por aquello del fresquito hueteño.
Respecto a la fuente musical, lo de McGregor es tremendo. El cantante hueteño derrochó una capacidad encomiable para poner a los vecinos a bailar en el Recinto Ferial. Incluso hubo coreografías. Su principal herramienta es esa voz: un timbre popular, de conexión inmediata con la memoria colectiva y el sabor a pueblo. ¿Lo demás? Cacharrería de verbena y hits infalibles. Luego, en la intimidad, lo suyo es el rock.
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