Una coalición de izquierdas habilitaría el relevo en la alcaldía de Huétor Vega

Nunca antes se habían presentado ocho candidaturas a unas elecciones municipales en el pueblo. La atomización del voto es el reflejo de una nueva realidad, generalizada incluso en numerosos países europeos, donde hace bastante que escasean grandes partidos con más del 40% del sufragio. El fin de las mayorías absolutas obliga a algo que es tan necesario como probablemente impopular: la negociación y el consenso.

Conversaciones con el PSOE

El PP ha recibido 2.253 votos en Huétor Vega: el 40,86%. ¿Será gobernable el pueblo? La candidata del PSOE, Carolina Higueras, prefiere que gobierne la fuerza más votada. Sin embargo, admite que han llamado a su puerta. Y desde arriba, Teresa Jiménez, secretaria general del PSOE de Granada, se muestra partidaria de pactar. Eso sí, estudiando el caso, sin jugar a un predecible intercambio de cromos. Higueras, en última instancia, acatará la estrategia marcada. ?Me debo a mi partido?, indica a IDEAL.

Por su parte, Chus Fernández, la joven apuesta de IU, opta por una asamblea abierta para debatir alternativas. Chus ha protagonizado una campaña intensa, muy de calle. Ha logrado añadir otro concejal en un momento difícil para su partido y ha fortalecido, con 851 votos, el nicho de la izquierda en Huétor Vega.

Entre las prioridades de IU está la lucha contra los desahucios desde el Ayuntamiento, una medida compartida por el resto de las siglas que configurarían la hipotética coalición. El posible cuatripartito pivotaría sobre unos mínimos de recetas sociales y el aumento de la participación ciudadana en los plenos. "No hemos llamado a nadie para formar gobierno ni para hacer ningún cuatripartito", matiza Chus. En cambio, Manuel Morales, coordinador provincial Izquierda Unida, señala que no descarta ayudar al PSOE para gobernar en algún municipio y que IU devuelva esa ayuda para dirigir otros.

Ciudadanos, la 'muleta' para gobernar

Toda esta baraja podría romperla Ciudadanos, partido de centro reformista que se deja querer y cuyo edil serviría para imponer la balanza hacia un lado u otro. La marca de Albert Rivera, representada en Huétor Vega por el abogado Joaquín López-Sidro, camina con un objetivo obligado y equidistante: la creación de empleo.

Mientras tanto, en el PP hueteño tratan de digerir un resultado que dista mucho de lo previsible. No en vano, Mariano Molina llegaba a las municipales con la deuda de 2011 liquidada, superávit presupuestario y después de acometer el mayor plan de asfaltado del pueblo, además de remodelar espacios como la plaza de la Cañadilla, abrir una bolsa de empleo para parados en riesgo de exclusión social y la reciente apertura del flamante centro de salud. ¿Qué ha pasado? Los populares hueteños lo achacan al desgaste de la imagen del partido y al notable descenso en la participación, nada menos que siete puntos, y seis por debajo de las autonómicas de marzo. Lo que queda por ver es si el futuro gobierno de Huétor Vega se resuelve como si fuera una partida de Risk.