La nueva carretera de La Zubia, estratégica para el resto de pueblos

El proyecto ha contado con financiación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), ha tenido un presupuesto total de 5,9 millones de euros, incluyendo expropiaciones. De ellos, 2,5 millones proceden de Fondos Feder, medio millón lo ha aportado el Ayuntamiento de La Zubia, y el montante restante, unos 2,9 millones de euros, la Diputación Provincial.

El objeto de los trabajos ha consistido en mejorar los continuos problemas de tráfico que soporta diariamente la carretera de acceso a La Zubia. Para ello se ha realizado una ampliación de la plataforma existente con dos calzadas separadas con mediana de hormigón, de dos carriles cada una. El carril exterior se reservará al transporte público y vehículos de alta ocupación (VAO) como son motocicletas, vehículos mixtos adaptables o turismos con dos o más personas, o una en caso de ostentar la señal V-15 referente a conductores con alguna discapacidad física.

La calzada derecha contará además con un carril bici de dos metros de anchura, establecido con el fin de fomentar la actividad deportiva de los vecinos, así como una acera de un metro lo que contribuirá a disfrutar de este privilegiado entorno.

Conexiones comerciales

José Alfredo Jiménez, agricultor acostumbrado a transitar desde el Camino Bajo de Huétor hasta otras tierras que posee a pocos metros del Polígono Industrial El Laurel, celebra lo que considera «una revolución para las conexiones comerciales del sur del área metropolitana». Sin duda, el complejo industrial de la Zubia es uno de los grandes beneficiarios, a lo que hay que unir el acceso directo al Nevada, que costará un millón de euros y que será financiado íntegramente por el promotor del complejo, Tomás Olivo.

En el diseño de la remodelación de la carretera se ha tenido en cuenta la presencia de numerosos elementos de patrimonio catalogados, situados junto a la carretera, entre los que destacan el antiguo puente sobre el Río Monachil, el Cortijo del Cobertizo o la Casa de la Marquesa. Se solventaron también las vicisitudes que surgieron con la aparición de restos de enterramientos musulmanes en los márgenes de la vía y que supusieron la paralización de las obras por la Junta de Andalucía.

Por otro lado, los comerciantes de los municipios se han mostrado satisfechos por «el abismo que separaba a unos y a otros».