Quini Almendros recupera el legado de La Guardia

 

EDUARDO TÉBAR

Miércoles, 20 de abril 2016, 07:44

?Ya era hora de un festival de rock en Huétor Vega?. Ese era el murmullo generalizado en la explanada de Huerta Cercada. Noche tórrida de sábado a finales de junio, entre la sierra y la vega. Barras con cerveza artesanal del pueblo y abundancia de hamburguesas. El entorno perfecto para degustar una buena sesión de rock recio.

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Conviene recordar que en el censo de habitantes del municipio figuran históricos del rock español como José Antonio García (091) o Quini Almendros (La Guardia), entre otros muchos músicos y agitadores que llegaron a tener espacio propio en la radiodifusión granadina. El propio Quini, exguitarrista y compositor de la banda que hoy exprime Manuel España, encabezó el denominado ?Concierto fin de curso?, organizado por la Banda de Música de Huétor Vega y cuyo cartel completaban Rock Pálido y la Carlos JB Band. El rótulo evocó aquellas alocadas fiestas universitarias de la fraternidad en Estados Unidos, cuna de la versión más gamberra del rock and roll. Y hubo de las dos tazas: ritmos trotones y momentos para bailar ?agarraos?.

Presentado como ?uno de los mejores guitarristas de este país?, Quini Almendros anda ahora inmerso en la revisión acústica de su trayectoria. Un paseo diametral por más de treinta años de canciones. A su vera, el vocalista Ismael de la Torre Pons ?Ihmaele?, con quien ya trabajó en el grupo Edad de Bronce. ?Vamos a recuperar temas antiguos y poco conocidos de La Guardia. Los demás ya los están tocando otros por ahí?, comentó Quini con resignación guardada.

Canciones imborrables

En efecto, La Guardia sigue activa. Quini abandonó la nave por la puerta de atrás y cargado de desavenencias con el líder, España, que en la actualidad realiza conciertos nostálgicos explotando la marca, tocando los clásicos coescritos con Almendros. Tras la resaca de los ochenta, el éxito masivo le sobrevino a La Guardia. ?Cuando brille el sol?, aquel rocanrol pinturero de invocaciones sentimentales de la adolescencia, sonaba a todas horas en las radiofórmulas. Corría el año 1990 y el conjunto vendía toneladas de discos. Fue entonces cuando Quini ?albaicinero de origen? se instaló en Huétor Vega, muy cerca del lugar donde 091 y Enrique Morente ensayaban en los albores de la movida granadina.

Y otro punto caliente: Quini Almendros no actuaba en Huétor Vega, su casa, desde 1985. Velada especial, por tanto, por diversos motivos. Una lesión apartó al guitarrista de la eléctrica hace una década. Redescubrimos entonces su destreza con la acústica. Limpio, preciso, elegante y con regusto añejo de blues. Con guiños a Beatles, como con José Antonio García en los añorados Mezcal. Así sacó del olvido canciones como ?El túnel del adiós? o ?Cara o cruz?, esta última a medida de la voz rasgada ?escuela mestiza y nasal de los hijos de Manu Chao? de ?Ihmaele?. El proyecto de Quini pide a gritos recitales en lugares íntimos. Cercanía y reencuentro generacional.

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Mucha raza sobre las tablas. El público hueteño y los numerosos visitantes pudieron disfrutar del blues-rock cazalloso de la Carlos JB Band, curtido trío en el que figura el bajista Javi Rodríguez (uno de los músicos más solicitados de la provincia, excomponente de los Boogie Brothers del desaparecido José Carlos ?Joe? Morales) y el veterano batería José Rueda (Magic, Guerrero García). Juntos ovacionaron al espíritu de Rory Gallagher. Por su parte, Rock Pálido ofrecieron un derroche de sonido Fender, esencia surf y querencia por la serie B.

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