'El Colorín': "En la Cuesta de las Cabras éramos felices aunque no hubiera ni agua"
El nombre de Antonio Fernández Ramírez no les dirá mucho, pero todo el mundo en Huétor Vega sabe quién es ?El Colorín?. ?Aquí todos nos conocemos por lo motes?, explica el presidente del barrio de San Miguel y pregonero del último San Roque. La suya, sin duda, es una historia de amor al pueblo y dedicación a las raíces que le unen al pasado más espartano y entrañable de este municipio. ?Nací en Monachil, pero mi padre y mis abuelos eran de la Cuesta de las Cabras. Toda la familia vivía aquí y disfrutábamos de esa unión aunque no hubiese ni agua para beber o cocinar. Teníamos que ir a la fuente de La Juana con los cántaros. Las calles de la Cuesta de las Cabras eran de tierra. Por ellas subía el ganado. Había parras y almendros?, recuerda Antonio. Otros tiempos.
E.T.
Miércoles, 20 de abril 2016, 07:13
En la escuela conoció a su mujer. Hizo la mili en Mallorca, se casó y le destinaron como policía armada a Madrid durante ocho años, donde nacieron sus dos hijos. ?Llegué a la capital de España en el 72. Eran años difíciles y trabajos jodidos?, rememora. Pero su corazón estaba en Huétor Vega. Así que, cuando le concedieron la plaza como instructor en Granada, comenzó a implicarse al máximo en el crecimiento de su tierra.
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?El Colorín? fue uno de los introductores de la cultura del deporte en el pueblo. ?Lo que más me interesaba eran las variedades en atletismo. Fui subcampeón de España en Orientación. Ahora hago bicicleta. Tuve dos accidentes y ya no puedo correr. A principios de los ochenta se me ocurrió enseñar gimnasia deportiva a las mujeres de Huétor. Muchas de aquellas alumnas siguen asistiendo a mantenimiento?.
Aunque su labor como instructor le ha permitido patearse el país unas cuantas veces, Antonio no cambia su barrio por nada. En 1978 peleó, junto a los vecinos de San Miguel, para la creación de la ermita del patrón. ?Ahí sigue. Y que dure muchos años?, suspira. ?San Miguel es importante. Es un sentimiento para la gente del barrio. Una tía de mi padre realizó una recolecta para comprar la imagen del santo?. Las fiestas de San Miguel también han evolucionado. Antes se prendían hogueras, hasta que se desaconsejó esa práctica. En 1982, los festejos duraron nueve días. ?¡Que mucha fiesta es esa!?, admite ?El Colorín?.
Ahora, Antonio Fernádez emplea gran parte de su tiempo a otra larga afición: la producción de mosto Pecho Vélez. Desde el cortijo de ?El Latas?, asegura que la calidad de las parras y la temperatura en que la bodega se mantiene todo el año favorecen un producto exquisito. ?Está saliendo un vinillo muy bueno?. Siempre pegado a su tierra, ?El Colorín? declaró en el pregón del pasado San Roque por qué hay que querer a Huétor Vega: ?Este lugar es un privilegio del que gozamos todos los hueteños y visitantes, pues, dependiendo de hacia dónde dirijamos nuestra mirada, podremos disfrutar de una panorámica bien distinta?.
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