Exhibición de la cantera hueteña en el Campeonato de Andalucía de Técnica de Taekwondo

Entre todas las categorías había más de cuatrocientos participantes de todas las provincias de Andalucía. Los héroes fueron Andrea Delgado Cuesta (medalla de bronce, 13 años, infantil femenino), Sofía Shuang Brionnes Carbonel (medalla de bronce, 10 años, alevín femenino), Desiré Muñoz Quiros (medalla de bronce, 9 años, benjamín femenino), Francisco Javier Rodríguez Perea (quinto puesto, 9 años, benjamín masculino), Noelia Murillo García (quinto puesto, 14 años, cadete femenino) y Jerónimo Ruano Diez (décimo puesto, 8 años, benjamín masculino).

Estos pequeños talentos llevan bastante tiempo trabajando duro y con mucha ilusión. En el último mes se habían mentalizado de lo que supone un campeonato de esta dimensión, y más aún en Andalucía, con el enorme nivel de los participantes. «Hablábamos de cantidad en cada categoría representada por cada club y, cómo no, de la calidad. Sentían emoción y miedo ante el reto que se les avecinaba. Aún así, ellos son muy competitivos, y día a día entrenaban para ganar», comenta Rubén Hita Tamayo, responsable del centro de formación.

«Veía en sus caras la ilusión de conseguir algo grande, con un poco de nerviosismo debido a la responsabilidad que ellos mismos se dan por la importancia de un campeonato de estas dimensiones. Dos días antes de la competición, les dije que el sábado, un día antes de la competición, les daría descanso. Me asombró la respuesta: querían entrenar. Aún así les di descanso para que se despejaran en cuerpo y mente después de tantos días entrenando. Lo merecían y lo necesitaban». confiesa Hita Tamayo.

Mentalizados

El entrenador habló con cada uno. Los motivó de manera personalizada, ya que cada niño es un mundo y le gusta mentalizarlos con tacto. «Sin olvidar el colectivo y lo que representan en conjunto», apostilla. «Llegó el día más importante del año para ellos. Se subieron al autobús. Vi sueño y nerviosismo. Tuvieron una mala noche. Le di un abrazo a cada uno e intenté sacarles una sonrisa. Les di fuerza, aunque viendo cómo habían entrenado y lo que hicieron, no la necesitaban. Hubo un contratiempo, ya que Jesús, uno de nuestros mejores competidores, se tuvo que quedar en cada debido a una fuerte fiebre y todos sentíamos su pérdida en un día así por buen luchador y más por buen compañero. En el trayecto hubo de todo. Nos acompañaron otros compañeros del club para ayudar y animarlos en tal día, eso hizo que el viaje fuera más ameno, aunque alguno que otro tuviera la mirada perdida».

La primera en salir fue Desiré. Superó la primera ronda, que supuso un éxito, ya que pasaban la mitad. Estallo de alegría. Pasó la segunda ronda, quedando solo las ocho primeras para la final. Ya estaba contenta, pero, ya que llegaba a la final, la cosa no se iba a quedar así. Obtuvo un merecido bronce.

Inyección de moral para el colectivo. «Los siguientes benjamines masculinos fueron Javi y Jero. En la primera ronda pasó Javi espectacularmente, pero cayó Jero debido a los nervios, que le jugaron una mala pasada», relata el preparador. «En alevines, teníamos esperanzas en Sofía, que ganó el último open de Andalucía. Logró una merecidísima medalla de bronce. Era nuestra segunda medalla del día, además de un quinto puesto. La siguiente fue Noelia en cadete femenino. No solo llegó a la final, sino que también tuvo un quinto puesto en una categoría de exquisita calidad».

Por su parte, Andrea, en categoría infantil femenino, y con increíble espíritu de superación, se creció en una competición fuerte. «Superó las dos primeras rondas, llegando a la final y quedando bronce de Andalucía», resume Hita Tamayo. «Fue un día maravilloso. Se han dado cuenta de que con respeto y esfuerzo personal, pueden llegar lejos».