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El nuevo horizonte del CD Huétor Vega

Marcos Rubiño, el entrenador que inició de manera brillante la temporada en Primera Andaluza al frente del CD Huétor Vega, sorprendió a propios y extraños hace unas semanas cuando presentó su dimisión «por motivos personales». La noticia cayó como un jarro de agua fría sobre el presidente y los jugadores. Marcos era muy querido en el club y se había ganado el cariño de la afición. Y el proyecto deportivo funcionaba. El técnico aseguró que «es la más honesto» dado que estos momentos no puede «dar el cien por cien». «Tengo la cabeza en otro sitio», explicó.

E.T.

Miércoles, 20 de abril 2016, 07:18

Metódico y prudente, Rubiño abandonó el puesto dejando al equipo en una meritoria séptima plaza. En Huétor, todos confiaban en su trabajo. Llegó después de ... un año sabático y comentaba a los jugadores que se había encontrado a sí mismo. Jugadores e hinchada comulgaban con su filosofía espectacular del fútbol de toque, mimando el balón con elaboración y carácter ofensivo. Marcos se reconocía deudor de la escuela holandesa y de las enseñanzas de Laureano Ruiz. Lo había demostrado en el Atlético Monachil con dos campeonatos ligueros consecutivos y una liguilla de ascenso a Tercera.

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