Insuficiente reacción del plantel del Huétor Vega ante el Mancha Real

Le sobró el primer tiempo al Huétor Vega y se le hizo corto el segundo en un auténtico partidazo que se acabó llevando el Mancha Real este domingo en Las Viñas. Volvía la gente al estadio hueteño y los de Joseba Aguado querían celebrarlo brindándoles un triunfo que fue imposible. Sí que se acarició el empate en un segundo acto muy positivo de los de verde. El travesaño se lo negó a Serigne en la ocasión más clara de los locales. Por el bando jienense, muchas más ocasiones, sensación de peligro en cada llegada. De hecho, Sergio evitó el segundo tanto de los visitantes en varias ocasiones.

Todo empezó con las quejas de asistentes (tanto en el campo como por la plataforma web que emite el encuentro) por las equipaciones. Verde y negro el Huétor Vega, gris oscuro y verde el Mancha Real. Convendría que la Federación obligue a los equipos a tener una tercera alternativa más clara en estos casos, pues resultó un quebradero de cabeza saber quién era quién.

Tras los primeros quince minutos, en los que el Huétor Vega cuidó la posesión sin llegar a inquietar al meta, el Mancha Real se hizo con el partido, empezando a pisar área local con mucho peligro. Oller estuvo muy activo por la banda, poniendo un par de buenos centros que despejó Morillas. Precisamente fue la banda derecha de los hueteños lo más desaprovechado en ataque, volcándose la ofensiva verde en una izquierda por la que Dani Salvatierra jamás llegó a progresar.

El Huétor Vega no acababa sus jugadas y sí el Mancha Real, que en una de ellas puso a prueba a Sergio. Desvió con la punta de los dedos un balón a córner. Al minuto, el balón de Oller encontraba la cabeza de Quesada, pero el remate se iba al poste. Con ímpetu, Raúl se adelantó a todos y empujó el balón para el 0-1. Merecido sin duda por lo que se había visto. No hubo respuesta del Huétor, que aguantó el vendaval lo que quedó de tiempo. El mismo Oller sorprendió a todos en una falta que parecía un córner y quiso meter con rosca directo. Apareció en una estirada increíble Sergio que, eso sí, la sacó sobre la línea y los jienenses reclamaron gol. Para terminar una exhibición ofensiva, José Enrique llegó a rematar desde la frontal de cabeza, pero se marchó a un palmo del poste.

Cambió Joseba Aguado algunas cosas en el segundo tiempo, adelantando la línea de presión, buscando jugar algo menos directo, entrando en escena Sabaca y Hurtado, desapercibidos en el primer tiempo. Mejoró claramente el Huétor Vega, pero no terminaba de probar a Lopo, espectador de lujo. Sí mantenía su acierto en los metros finales el Mancha Real, que no aprovechó un cabezazo de Romero. Aguado volvió a dar un giro al partido. Quitó a un superado Juanan y metió a Serigne arriba. Una doble punta de altura para ganar balones. Y así empezó a cambiar el encuentro.

Las llegadas empezaron a multiplicarse para los locales, pero sin rematar en condiciones. Sacó Lopo un remate muy escorado de Alfonso y las faltas del especialista Hurtado se fueron a la barrera. A la desesperada, el Huétor Vega se volcó, empezó a forzar balones parados, donde Serigne se impone con normalidad. Sin embargo, Urko la tuvo muy clara tras un gran regate en la frontal. Se quedó solo en el punto de penalti, pero le salió un disparo centrado aunque fortísimo. Logró repeler de puños Sergio.

Los últimos minutos fueron un bombardeo sin fruto para los de Aguado. La victoria ya era impensable, pero el punto no sería inmerecido. En esas, un córner puso de pie a los aficionados hueteños. Hurtado la puso maravillosa al corazón del área encontrando a la torre de ébano. Serigne remató a la perfección, superando a Lopo. El sonido del travesaño silenció el «uy» en la grada.

Y ahí acabó el partido y las ilusiones de puntuar de un Huétor Vegaque reaccionó pero no le bastó. Sensaciones positivas, pues el Mancha Real es uno de los mejores de la categoría y los de Aguado lo pusieron en apuros. Pero de sensaciones no se come y en estos momentos es crucial meter puntos en el estómago si no quieren los verdes que la temporada se les indigeste. Eso sí, la segunda parte es el camino.