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Montero, del Huétor Vega,, trata de superar al blanquiazul Castillo. RAMÓN L. PÉREZ
El Huétor Vega se despide de Las Viñas con una derrota muy abultada
Fútbol

El Huétor Vega se despide de Las Viñas con una derrota muy abultada

Los de Aguado fueron mejores en el primer tiempo pero no aprovecharon sus ocasiones y se descosieron en el incio del segundo

FRAN RODRÍGUEZ

Huétor Vega

Domingo, 2 de mayo 2021, 19:17

Deslucido cierre el que ha echado el Huétor Vega a su campo, un Municipal Las Viñas que no acogerá más partidos de Tercera en su historia. Lo hará en una Tercera RFEF que conservará el formato pero que supondrá una categoría un escalón por debajo del actual. El conjunto de Joseba Aguado había hecho los deberes: salvaba su puesto en la actual Tercera y, quizá eso peso, salió con cierto bajón competitivo en algunas fases del partido. Delante tenían a un Alhaurín de la Torre comandado por el veterano Apoño. El futbolista, que pasó por una buena etapa en Primera con el Málaga, sigue dando pausa al balón y es el alma mater de un equipo que contó con los jóvenes Hugo y Robert como puñales. Exhibición la de ambos.

CD HUÉTOR VEGA

Sergio, Morillas, Rafa (Bauti, m.65), Gueye, Capilla (Juancar, m.65), Manolo, David Hurtado (Sabaca, m.56), Martos (Rubén, m.56), Montero, Serigne y Dani Salvatierra (Amate, m.56).

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ALHAURÍN DE LA TORRE

Barea, Rafa Navarro, Castillo, Raúl, Hugo, Apoño, Fran Miranda (Darío, m.65), Vergara (Kike, m.70), Pinto, Ito (Papa, m.35) y Robert.

  • Goles: 0-1, m.39: Robert; 0-2, m.50: Vergara; 0-3, m.56: Vergara; 0-4, m.60: Papa; 1-4, m.63: Serigne.

  • Árbitro: González González (Almería). Amonestó por los locales a Pedro Amate y por los visitantes a Fran Miranda, Pinto y Vergara. Expulsó a local Rafa por doble amarilla cuando este ya había sido sustituido (m.90).

  • Incidencias: Partido disputado en Las Viñas sin presencia de público por las medidas de seguridad y sanidad derivadas de la pandemia.

El último partido del Huétor Vega en su campo (queda una jornada, pero será fuera de casa) no podía empezar mejor, con los verdes dominando el balón con facilidad, llegando pronto a la meta de un Barea que sería un incordio. Aunque nada pudo hacer el portero malagueño para evitar el 1-0 en el primer minuto de juego. Capilla puso un córner al corazón del área, donde apareció esa torre de ébano que es Serigne para rematar con fuerza de cabeza. Superado el portero, la suerte fue esquiva a los de Aguado y la madera repelió el testarazo.

Gueye puso a prueba poco después al portero con un remate de cabeza a centro, de nuevo, de Capilla. Barea sacó un gran pie, aunque la jugada había sido invalidada igualmente por fuera de juego. Los visitantes, mientras, no lograban dar dos pases seguidos, agobiados por una buena presión de los hueteños. Salvatierra y Capilla, con dos zurdazos desde fuera del área, obligaron de nuevo a Barea a sacar dos buenas manos. Había perdonado demasiado el Huétor Vega el gol llegada la media hora. Ahí cambió el encuentro.

Parón

Los mejores minutos de los locales se frenaron tras una jugada muy polémica. Pinto buscaba el centro desde la izquierda, alertado por Ito, que aparecía en el punto de penalti. Sin balón aún de por medio, Gueye salió al paso del delantero del Alhaurín de la Torre, chocando ambos futbolistas. El árbitro no vio intencionalidad en el cuerpeo del central hueteño, pero la jugada había sido más peligrosa de lo que parecía. Ito se había dado en la boca con el hombro Gueye, rompiéndose el labio y teniendo que ser sustituido. Pudo pitar penalti el árbitro, si bien Gueye no tuvo intención más que de entorpecer el desmarque a Ito.

Quedó mal cuerpo en ambos equipos, pero benefició el parón al Alhaurín. En el minuto 39, una jugada que parecía no conllevar ningún peligro se le envenenó a un Huétor Vega demasiado contemplativo en defensa. Capilla y Salvatierra no encimaron del todo a Robert, zurdo habilidoso que se fue abriendo paso hasta la frontal del área. Surgió allí un muro de jugadores verdes que permitieron caracolear al once azul. Se la puso a la derecha, luego a la izquierda, derecha, izquierda otra vez y cuando parecía que no sacaría ventaja, sorprendió con un zurdazo ajustado al poste para hacer el 0-1.

Asumir riesgos tras el descanso

Tras el descanso, el Huétor Vega asumió más riesgos. Tiró muy arriba la línea y el Alhaurín recogería el guante para convertir la batalla en una masacre ante un Sergio impotente en cada golpe. Y eso que en la primera jugada, como ocurriera en la primera mitad, perdonaron el gol los hueteños. De nuevo, Capilla colgó un córner algo pasado. Montero volvió a meter el balón desde el segundo palo y a Salvatierra no le dio la fe para empujarla a gol.

La respuesta fue un rápido contragolpe con el que avisaban los visitantes de su 'modus operandi'. Papa corrió al espacio; Apoño vio la grieta y la puso para que el veloz delantero se topara con Sergio. Volvió a intentar salir el Huétor Vega y a perder el balón de nuevo ante Apoño. Con sutileza la puso al espacio, pero a Vergara en lugar de a Papa. No se puso nervioso el blanquiazul, que apuró su carrera hacia Sergio y definió de maravilla. Cinco minutos después, la zaga local volvió a hacer aguas. Morillas, muy arriba, no llegó a tapar su banda y Vergara volvió a penetrar por la izquierda malagueña hasta el área pequeña para fusilar a Sergio. El balón entró tras pegar con violencia en el larguero.

Presión

Movió el banquillo Aguado, dando descanso a jugadores importantes pero poco acertados esta vez, como el capitán Hurtado o Salvatierra. Pero los quince minutos de pesadilla culminaron con el 0-4 en otro contragolpe. Habilitado ante una mala salida de la defensa local, Robert recibió en la derecha sin oposición y entró en el área para dar el pase de la muerte a Papa, que no falló ante un desesperado Sergio. Quedaba más de media hora y, si forzaban el cambio de dinámica, la goleada podía ser histórica.

Pero Las Viñas, este curso, ha sido un lugar donde lo improbable e imposible no ha sido tal. Hubo momento para creer. Amate presionó dos minutos después del 0-4, robó y el balón cayó a Serigne, solo entre los centrales. El delantero no perdonó ante Barea y ponía el de la honra. O quizá la primera chispa de una reacción tremenda. Porque el Huétor Vega las tuvo de todos los colores en apenas cinco minutos para poner el 2-4. Montero recogió un rechace en el punto de penalti y golpeó con mucha fuerza, pero Barea la atrapó con ambas piernas cuando ya se celebraba el gol. Misma atajada con las rodillas protagonizó el portero visitante ante Amate. La exhibición de paradas de Barea finalizó con un buen blocaje a disparo lejano de Montero.

El conato de remontada de orgullo hueteño murió en los guantes de Barea y, de no ser por Sergio y por la poca puntería de Kike, que cruzó mucho un balón en los últimos minutos, habría llegado la 'manita' del Alhaurín de la Torre. El final, además, sirvió para que el partido se calentase sin demasiado sentido. El ganador estaba más que decidido y cualquier feo reproche sobró. Al árbitro, algo reacio a amonestar, se le iba el partido de las manos cuando, por suerte, este tocó a su fin. Los jugadores rebajaron sus revoluciones y acabaron dándose la mano tras el pitido del colegiado. Las Viñas echa el cierre con el objetivo cumplido, pero con un sabor un tanto amargo por las dos goleadas encajadas en esta segunda fase.

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