David Zaafra vuelve a agitar la vida cultural de Huétor Vega
Los discípulos del desaparecido pintor crean una asociación para prolongar su legado desde el municipio metropolitano
EDUARDO TÉBAR
Huétor Vega
Viernes, 19 de julio 2019, 15:57
La muerte del pintor David González López, Zaafra, en 2017, dejó huérfanos a sus discípulos en Huétor Vega. La mayoría, como Silvia Ruiz-Dorizzi, trabajaron codo con codo con el gran esteta del 'quejío' flamenco y de las fatigas del pueblo gitano durante siete años. Cada uno lleva el luto a su manera. Pero todos han sacado fuerzas para emprender un proyecto común: constituir la Asociación Artístico Cultural Escuela de David Zaafra. «Esto hay que sacarlo para fuera. Lo hacemos porque David nos lo está pidiendo desde el cielo. No podemos dejar en el olvido todo lo que hemos aprendido con él», se sincera Ruiz-Dorizzi, presidenta del nuevo colectivo.
La familia del prestigioso pintor arropó a los pupilos en la presentación de la Asociación Artístico Cultural Escuela de David Zaafra. «El último proyecto artístico y vital de mi padre eran ellos, sus alumnos. Era su gran ilusión en la última etapa. Se formó un grupo interesante y cada uno de sus aprendices se quedó con algún rasgo de mi padre. Que ahora pretendan transmitirlo es una manera de continuar el arte de Zaafra», relata Héctor González, hijo del artista. «Le entusiasmaba compartir sus conocimientos y estar con sus alumnos. Le dio vida esa último período, que duró muchos años. Lo hacía con mucha ilusión», agrega.
Siete socios han puesto en marcha esta plataforma: seis antiguos alumnos y una persona que era muy próxima a Zaafra. La asociación de sus condiscípulos parte, junto a la presidencia de Ruiz-Dorizzi, con Gracia Fernández en la tesorería y Ana Huertas como secretaria. Y los compañeros: Consuelo Martínez, Inma Tomás, J. Javier Martínez y José Ángel Pérez. En el estreno de su sede, cedida por el Ayuntamiento y ubicada en la calle Balcón de la Vega, cada uno de ellos expuso un cuadro.
«Mi padre pintaba su propio 'quejío'»
David Zaafra fue el pintor del flamenco y sus alumnos tocan varios palos. «El taller era libre. Cada uno desarrollaba un estilo muy diferente al resto. Él nos daba libertad para que cada uno hiciese lo que quisiera. A unos les gusta más el carboncillo, otros usan materiales, otros acrílico», explica la presidenta de la asociación, Silvia Ruiz-Dorizzi.
Por su lado, Héctor, el hijo del artista, disfruta al teorizar sobre la obra de su padre. «Creo que sus cuadros tenían tanta potencia porque el 'quejío' que pintaba no lo copiaba de una imagen, sino que en el fondo era su propio 'quejío'», reflexiona. «Lo que mi padre encontró en Huétor Vega fue un sitio tranquilo. Aquí, tan cerca de Granada capital, consiguió una calma muy inspiradora. Me siento muy privilegiado por vivir en esta tierra».
El local abre durante la temporada los lunes por la tarde, de 18 a 20 horas. «Cualquiera con inquietudes solo tiene que acercarse y asociarse», dicen. ¿El objetivo? «Seguir el legado de Zaafra y seguir creando», señala Silvia Ruiz-Dorizzi. Su horizonte, no obstante, supera las lindes de la pintura. «Nos gustaría organizar actividades relacionadas con el arte, la música, la literatura y la cultura en general. Queremos hacer certámenes pictóricos y colaborar con otros colectivos. Lo que vaya saliendo. Me he puesto en contacto con otros pintores, músicos y poetas del municipio. Pretendemos establecer una sinergia creativa en el ámbito local. David, además de pintar, escribía y era un apasionado del flamenco», detalla la presidenta.
Una plaza con su nombre
A medio plazo, eso sí, la Asociación Artístico Cultural Escuela de David Zaafra contempla actividades tangibles. En noviembre culminarán una iniciativa que comenzaron a pergeñar con el maestro: una exposición en Granada dedicada a una peculiar visión de la Alhambra con técnicas mixtas.
En verano, imparten talleres para niños saharauis en colaboración con la Obra Social de La Caixa. Y también acercarán la figura de Zaafra a colegios e institutos.
Otro logro, antes incluso de existir como asociación, es el acuerdo con el Ayuntamiento para que David Zaafra cuente con una plaza con su nombre delante del campo de fútbol de Las Viñas, en la Avenida La Libertad. El acto de inauguración –cuya fecha aún está por concretar– será a lo grande, con la presencia de El Niño de las Pinturas haciendo de las suyas. Todo por mantener viva la llama de un agitador cultural de Huétor.
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