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Los tres artistas premiados, con la concejala de Cultura de Huétor Vega, Elisa González Pedraza.

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Los tres artistas premiados, con la concejala de Cultura de Huétor Vega, Elisa González Pedraza. E. T.

El reto de pintar lo que dicta el vino

El concurso de pintura rápida abstracta 'El color del ribete' de Huétor Vega ha celebrado hoy su tercera edición en la explanada de Huerta Cercada

EDUARDO TÉBAR

Sábado, 24 de septiembre 2022, 19:16

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'El color del ribete', el concurso de pintura rápida abstracta de Huétor Vega, se consolida con su tercera edición, celebrada hoy en la explanada de Huerta Cercada. Este sábado, desde las diez de la mañana, el amplio espacio de la avenida Loaysa, junto al Centro del Vino, ha vuelto a acoger el reto de plasmar de manera pictórica las características de un vino en modalidad abstracta o no figurativa. Había 23 participantes y los tres premiados han resultado ser artistas vinculados al municipio.

La iniciativa de las concejalías de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Huétor Vega ha sido una actividad abierta al público, en la que, como de costumbre, las personas que han visitado este lugar han podido disfrutar de una degustación de los vinos objeto de la prueba. La dotación de los premios ha sido de 600 euros para el primero, 400 euros para el segundo y 300 euros para el tercero. La decisión del jurado se ha hecho pública después de una larga jornada matinal de creación 'in situ' al aire libre.

Según explican desde el Ayuntamiento de Huétor Vega, el concurso 'El color del ribete' tiene el objetivo de «fomentar la creatividad artística en torno al vino y sus matices, y sobre todo representar y visualizar las características sensoriales, organolépticas, emocionales y perceptivas de un vino en concreto».

Las personas que han visitado el Centro del Vino han podido disfrutar de una degustación entre las obras recién creadas

Cinco han sido las variedades de la bodega granadina Señorío de Nevada que han desafiado la creatividad y la apertura de los parámetros de los participantes. ¿El blanco? Sugería un color amarillo dorado de irisaciones verdosas, con aromas tropicales de piña, fruta de hueso, tomillo, jara y flores blancas. ¿El rosado? Con su aspecto de piel de cebolla con destellos asalmonados, en nariz evocaba fresillas, lácteos y monte bajo. Además, estaban los tres tintos: bronce, plata y oro. Caoba con ribetes 'atejados' que se prestaba a múltiples lecturas.

EDUARDO TÉBAR

En el momento de anunciar a los ganadores en el interior del Centro del Vino, José Luis López Rojas, técnico de Cultura del Ayuntamiento, reconocía la compleja labor del jurado y bromeaba con la tarea de 'fallar', «ya que son ejercicios interpretativos». «Las pinturas tenían margen para reflejar los valores cromáticos del vino; factores aromáticos tales como la calidad, la intensidad, la persistencia y la tipología de los aromas, así como factores gustativos referentes a sequedad, dulzor, acidez, cuerpo, densidad, intensidad, persistencia, amargor, astringencia, y los sabores inducidos del mismo. Todo representado de manera abstracta», señalaron desde las concejalías en las que Elisa González Pedraza está al mando.

Cómo lo han hecho

La concejala se ha mostrado encantada con el hecho de que el certamen cuente con «una importante cantidad de participantes del pueblo». «Es de los pocos concursos que se hacen en la provincia y cada año gana repercusión», destaca González Pedraza. «Y ayudamos a muchas personas que son aficionadas a que se inicien a través de este evento y den sus primeras pinceladas», añade.

La organización ha aportado las respectivas fichas de cata oficiales de la bodega, que han servido como guía y referencia de cada vino. «Durante el proceso pictórico se invita al pintor o pintora a degustar el vino, siendo servido en su temperatura y estado de máxima conservación», apunta el Ayuntamiento. Por su lado, cada participante debía acudir provisto del material necesario para la realización de la obra, incluyendo el caballete. La utilización de materiales es libre, así como el tipo de técnica. La concejala de Cultura ha agradecido la participación de artistas y jurado, «y de las bodegas que se interesan en este evento».

Pablo Minguillón, primer premio.
Pablo Minguillón, primer premio. E. T.

El primer premio ha recaído en Pablo Minguillón, artista joyero y nombre bien conocido en el mundo de la pintura en el municipio. «En un concurso de estas características no queda otra opción que improvisar por completo», comentaba a IDEAL tras saberse ganador y llevarse una gran ovación en el Centro del Vino. «Obviamente, venía con una idea preconcebida de las opciones que podía probar, pero al final he derramado la copa en el papel. Me gustaba la mancha, pero no me quedaba conforme. He cogido un tapón de vino para que la materia vaya intrínseca en la obra. Y me he guiado por lo que el vino me ha ido transmitiendo», ha explicado.

Lidia Martín Fernández, segundo premio.
Lidia Martín Fernández, segundo premio. E. T.

El segundo premio ha sido para Lidia Martín Fernández, profesora de los talleres municipales. «Me animaron a participar y ha sido un reto», reconoce. «No me esperaba este segundo premio para nada. Intento motivar a mis alumnos para que salgamos a la calle y veamos la vida de otra manera, porque siempre estamos en un prisma muy realista. Estoy orgullosa y esto demuestra que se puede», manifiesta llena de confianza.

Abel Villén Fernández, tercer premio.
Abel Villén Fernández, tercer premio. E. T.

Y parece fácil. ¿Cómo lo ha afrontado el tercer premio? Abel Villén Fernández, joven artista hueteño con una trayectoria emergente en la pintura de Granada en los últimos años, ha preferido esquematizar los conceptos. «Primero lo he probado. He escrito lo que he sentido en un boceto y luego lo he plasmado de manera gráfica». Todo en apenas tres horas. Lo que dura un sorbo de arte eterno.

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