Huétor, el pueblo con un festival de ‘mil kilos’

El festival ofrecía acceso libre y la promesa de pasar una tarde amena disfrutando del talento de un gran número de artistas locales y visitantes. ¿La única condición? Aportar voluntariamente alimentos no perecederos, así como productos de higiene y primera necesidad. La abundante recaudación, más de mil kilos, se donó al Banco de Alimentos Local, que atiende a las familias que peor lo están pasando en el municipio.

Durante más de dos horas, Carolina Higueras, portavoz y concejala del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Huétor Vega, ejerció de conductora del evento con soltura y animosidad junto a su equipo de trabajo. El público pudo disfrutar de lo prometido en el cartel, una importante muestra del arte que habita en las calles de Huétor Vega, que brindó una tarde de viernes rebosante de energía solidaria.

Grupos de danza

El comienzo fue prometedor con los grupos de danza. Mis Flamenquitas tocaron todos los palos flamencos, interpretados con maestría en el escenario, intercalando sus actuaciones con el grupo multidisciplinar del municipio vecino de La Zubia Canela y Limón, que derrocharon gracia y salero junto a la espectacular Danza Urbana de Rocío, que ofreció potencia y energía.

Hay que destacar la participación reivindicativa y altruista en formato de cantautor del hueteño Nicolás Ortiz, Antihéroe, que interpretó tres temas cargados de conciencia social. Uno de ellos, recién parido, se forjó en torno a la lucha contra la violencia de género. El artista autor se lo dedicó, desde el corazón, a una vecina de Huétor Vega, Otilia Márquez, asesinada a manos de su marido en el verano de 2015.

Cerró el festival Aire Flamenco, un cuadro compuesto por un joven cantaor que mostró el poderío de su voz al toque de un joven guitarrista y cuatro bailaoras que hicieron las delicias del público asistente. Los participantes consiguieron ampliamente el objetivo de recaudar el mayor número posible de alimentos para las familias locales más necesitadas. Un derroche de arte y solidaridad en la cuarta edición de un festival ya consolidado.