«Mi primer reto es acercar el flamenco a los jóvenes aficionados de Huétor Vega»

El Carmen de San Rafael es, con diferencia, el escenario más bello que ha conocido el Festival.

El festival se ha celebrado en varios espacios: Huerta Cercada, el ferial Pero ninguno reunía los requisitos para un certamen tan íntimo como el nuestro. No queremos competir con nadie. Buscamos preservar el espíritu de las peñas.

La Parra es la segunda peña de Granada, con permiso de La Platería, decana mundial.

Quiero devolver el esplendor que esta peña tuvo. Eso pasa por captar a los jóvenes aficionados. La gente joven tiende a vernos como un mundo cerrado. Y de eso nada. Estamos abiertos a todo el mundo. Los jóvenes son los que tienen que tirar del carro.

La Parra trabaja con el Ayuntamiento a través de las escuelas municipales. ¿Hay cantera?

Esto fue un caldo de cultivo cuando Huétor Vega era más pueblo. Esta peña llegó a tener doscientos socios, con un alto porcentaje de hueteños. Ahora es una ciudad dormitorio y hay mucha gente que ni siquiera sabe que existimos. Nuestro reto mayor es darnos a conocer a esos nuevos vecinos. El flamenco siempre se ha asociado al entorno rural, quizá por desconocimiento. Contamos con escuelas municipales de flamenco con el Ayuntamiento. Tenemos que potenciarnos con masa social. Estamos aquí para colaborar en todo.

La veladas flamencas en el Museo del Vino han sido un éxito.

Eso demuestra que la gente tiene curiosidad. Muchos vienen de fuera. Además, el museo interactivo del vino es una maravilla. Lo que lamento es que no tengamos más interrelación entre las partes. Estamos intentando conseguirla. No es labor de un día. El flamenco es cada día más atractivo. Lo que ocurre es que lo que cuidamos aquí es un flamenco más purista y clásico. Es flamenco para iniciados. Pero estamos apostando por jóvenes flamencos en las actuaciones. Buscamos una armonía. No caer en el flamenquito.

¿Cuál fue la edad de oro de esta peña?

Entre mediados de los ochenta y mediados de los noventa. Se produjo un repunte grande en todas las peñas. Es la época dorada en la que se consolidan figuras como Camarón, Paco de Lucía o Enrique Morente. La Parra se abrió a la gente. Después, esto empezó a decaer con bajas masivas de socios. Ignoro los motivos. Ahora no llegamos a treinta socios. Y mantenemos la peña con un mínimo de dos recitales al mes. Vamos a implicar a los alumnos más aventajados de los cursos, que actuarán en La Parra.