Las asociaciones de Huétor Vega tendrán voz en el gobierno del municipio

En la actualidad, existen 42 asociaciones registradas en Huétor Vega. La toma de contacto general entre el equipo de gobierno y los colectivos se produjo la tarde del 21 de junio en el salón de plenos del Ayuntamiento. Acudieron a la cita una decena de asociaciones. El principal punto de fricción se centra en la solicitud de Asociación de Vecinos de Huétor Vega Los Rebites, que reclama visibilidad en la dinámica del pleno. «Esperamos que la sensibilidad respecto a la participación ciudadana alcance los niveles que los tiempos modernos y este estupendo municipio se merecen», manifestaban al finalizar la reunión.

Error en el Boletín Oficial de la Provincia

El reglamento de la década anterior, propuesto por Izquierda Unida en 2008 y aprobado en tiempos del alcalde Plácido Hurtado, no llegó a figurar en el Boletín Oficial de la Provincia. La concejala de Participación Ciudadana, Ana Belén Arquelladas Velázquez, mandó el borrador de manera previa a las asociaciones inscritas en Huétor Vega. El artículo 9 establece que pueden solicitar audiencia los colectivos que acrediten más de cien socios. Una barrera peliaguda. AMPA Sierra Nevada, la plataforma de padres del colegio Nuestra Señora de las Angustias, suma 93 miembros. «Tampoco nos afecta porque la educación es una materia cuya potestad corresponde a la Junta de Andalucía. Por tanto, no vamos a intervenir en los plenos», apunta Susana Zornoza, secretaria de la AMPA. Por su lado, la asociación Mis Flamenkitos, presente en la asamblea del día 21, ronda los 70 integrantes. «Nos parece estupendo proporcionar opiniones y sugerencias, pero no alcanzamos el mínimo de socios», lamenta la portavoz, Lidia Civantos. ¿Respuesta del equipo de gobierno? «Hemos considerado que las solicitudes vengan de asociaciones con representatividad en el pueblo», responde la concejala Arquelladas Velázquez.

Más drástica se muestra Carolina Higueras, portavoz del Grupo Municipal Socialista de Huétor Vega y portavoz de Asociación de Mujeres Carmen Vargas. «Según el límite del artículo 9, el 98% de los colectivos del pueblo se quedarían fuera, porque casi nadie alcanza el centenar de socios». Higueras ve «positivo e interesante» el Reglamento de Participación Ciudadana, pero subraya matices. «Si las propuestas de las asociaciones son de calado, sería conveniente que los políticos pudiéramos estudiarlas y prepararlas con antelación. Al menos si se trata de problemas que afectan a un número importante de vecinos. No es lo mismo modificar una acera, algo que puede solucionar el Ayuntamiento sobre la marcha, que reorganizar el tráfico de una zona, cuestión que requiere un debate y análisis».

Discrepancias

Por su parte, Jorge Pérez Jiménez, presidente del Club Deportivo Trial Bici Huétor Vega, discrepa con la pretensión de la asociación vecinal Los Rebites. «Las asociaciones no se dedican a la política. Los temas pasan por intervención y secretaría. No estoy de acuerdo con Los Rebites. No podemos interrumpir la vida plenaria y querer entrar como políticos. Para eso hemos elegido a unos representantes en las urnas». Por lo demás, Pérez Jiménez valora de forma positiva la iniciativa. «Al menos nos vemos las caras en la asamblea, porque algunos no nos conocemos».

Pedro J. Collado, edil de Ahora Sí Podemos y portavoz del Colectivo Ecologista Artemisa, piensa que el PP «quiere asociaciones domesticadas». Según el criterio de Collado, «el Partido Popular no se cree este reglamento». «Se han aprovechado de un error jurídico para recortar derechos y funciones. Con esto salen del paso, pero no hay una verdadera participación. Tienen la idea de que hay que acudir a pedirles y rogarles». El concejal de Ahora Sí Podemos defiende un modelo de participación de las asociaciones en el pleno municipal, «pero con límites».

Limbo jurídico

El alcalde, Mariano Molina, argumenta que «si las cuarenta asociaciones de Huétor Vega quisieran intervenir en los puntos del orden del día, los plenos serían eternos; para eso están los concejales, que han sido elegidos por el pueblo». En cambio, Asociación de Vecinos de Huétor Vega Los Rebites sostiene que la participación ciudadana «es algo indiscutible a estas alturas». El colectivo vecinal reivindica el modelo genérico del reglamento tipo de la Federación Española de Municipios y Provincias, aprobado en 2005. El artículo 5 contempla el derecho a proponer asuntos para su inclusión en el orden del día del pleno municipal.

Los Rebites insisten: «Queremos saber a qué atenernos. Pretendemos hacer de puente entre los vecinos y el Ayuntamiento. No venimos a hacer política. Añaden en su posición el artículo 23 de la Constitución, tipificado como dereco fundamental: «Los ciudadanos tiene el derecho a participar en los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes, libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal». También el Real Decreto 2568/1986, de 28 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Entidades Locales. «El ordenamiento jurídico reconoce la discrecionalidad del alcalde si una participación ciudadana masiva entorpece el dinamismo del pleno», agrega Los Rebites.

El alcalde, conciliador

El alcalde tiende la mano: «Este Ayuntamiento se caracteriza por atender siempre a las peticiones de los colectivos en la rutina plenaria». Los Rebites vuelven a la carga: «Lo entendemos, pero nos gustaría participar en puntos concretos del orden del día. No nos gusta que los políticos ocupen el espacio de los ciudadanos en los ruegos y preguntas».

Por lo demás, colectivos como el recién constituido Asociación de Mujeres Familias Solidarias de Granada, propusieron en la asamblea del 21 de junio la puesta en marcha de un foro común en internet. El primer paso de esta asociación ha consistido en recoger firmas, aglomerar toneladas de materiales y recaudar fondos para los refugiados. «Seguiremos llevando a cabo actos benéficos y más proyectos. Esta iniciativa de participación ciudadana nos brinda la oportunidad de conocer a otras asociaciones de Huétor Vega, colaborar entre nosotros y estructurarnos mejor», explica Candice McKinnon, presidenta.

Con el premio provincial Mariana Pineda aún caliente, la agrupación de aficionados al teatro Amindra aboga por fortalecer la cultura. «Esperamos lo máximo de esta corporación y de las que vengan», afirma María Dolores González. «Nuestra asociación está dispuesta a colaborar en lo que haga falta. Huétor Vega necesita una casa de la cultura con salas para diversas disciplinas. El municipio echa en falta una apuesta seria por la cultura. La cultura es el futuro. Estar preparados y no ser unos ignorantes debería ser el objetivo. La cultura es un bien de todos. Amindra está aquí para ofrecer algo distinto a lo tradicional, a lo que ya está muy visto, y para que la gente se involucre».