«Debemos salir de los corrillos del barrio, unirnos y hacer algo útil por Huétor Vega»

Así que ustedes eran Los Gatos.

Somos la familia de Los Gatos. Había más Gatos, pero esos no eran de Huétor, sino del Barrio de Monachil, como aquel taxista al que llamaban Joaquín El Gato. Peros Los Gatos de Huétor Vega somos nosotros. Yo me siento privilegiado por haberlo hecho todo aquí: bautizarme, casarme Incluso fui concejal ocho años, en los noventa.

La política ahora anda revuelta.

Sí, sí. La política ahora está que mejor ni tocarla.

Huétor Vega se ha convertido en un municipio dormitorio.

Me gusta la evolución que ha tenido el pueblo hasta hace poco. Ahora, el municipio está parado en muchos aspectos. Posiblemente sea por la crisis. No hay dinero. Pero luego parece que el municipio no se presta a nada. Ponen una tienda y al poco la cierran. Los únicos que prosperan son los bares, y también han cerrado algunos. Estamos pegados a Granada y debemos aprender a sacarle provecho.

¿Echa en falta más vida de pueblo en la calle?

Sí. No tengo la sensación de que exista vida de pueblo, salvo en verano. A las nueve de la noche no se ve un alma en la calle. Está todo parado. Quizá, en Huétor Vega somos un poco apáticos. Lo noto en la propia Asociación de Mayores. Tenemos 430 socios, pero viene poca gente al Hogar del Pensionista. Y estamos abiertos cinco horas todas las mañanas, de lunes a jueves, con unas instalaciones magníficas.

«Pequeñas Moncloas»

El Hogar del Pensionista dispone de gimnasio, biblioteca, sala de baile y usos múltiples, barra, aseos para minusválidos... Un lujo.

Me gustaría que viniera más gente. Las máquinas para hacer ejercicio por las mañanas son estupendas. Falta concienciación entre la gente de Huétor. Hay que implicarse. Esto lo tenemos para el disfrute de la gente del municipio.

Usted peleó muchos años para abrir estas instalaciones.

Muchos, muchos años. Y los anteriores presidentes de la asociación. Antes estábamos en una habitación pequeña en el Centro Social La Nava. No se podía hacer nada. Sin embargo, aquí hay espacio. Se montan partidas de dominó y clases de baile.

Los mayores han bailado en las cruces de este año. Fue un éxito.

Un éxito rotundo, digno de admirar en un núcleo de población pequeña. En el Hogar del Pensionista estuvimos tentados con poner nuestra propia cruz, como hacemos con el árbol en Navidad. El baile sí está funcionando, y además las mujeres se animan. Aquí suelen venir matrimonios.

¿Qué son «las pequeñas Moncloas»?

Corrillos en los barrios. En San Miguel, en el instituto Debemos unirnos y hacer algo útil por Huétor Vega.