D.L

Los otros hermanos de sangre de Huétor Vega

El colectivo de donantes premia a los altruistas veteranos

E. TÉBAR

Jueves, 12 de mayo 2016, 16:07

La Asociación de Donantes de Sangre de Huétor Vega celebró el pasado 15 de abril, en el Hogar del Pensionista, su asamblea local para entregar ... un diploma y una insignia a las personas que han realizado un determinado número de donaciones (categorías de bronce, plata y oro). Entre el medio centenar de homenajeados, destacó el diploma de honor que recibieron Tomás Prieto Ruiz de Valdivia, la familia Ortiz Molina y Nuria Ruiz de Valdivia. El acto contó con la actuación del Grupo de Habaneras de Huétor Vega.

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Veintidós años lleva Virginia Vargas al frente de la Hermandad de Donantes Altruistas de Sangre de Huétor Vega. Además, forma parte de la junta rectora de la Asociación de Donantes de Sangre de Granada. Durante todo este tiempo, esta hueteña adoptiva ha trabajado para ayudar a los demás en colaboración con los pueblos cercanos y la capital granadina. En gran parte, gracias a ella existe una tradición donante en el municipio, que cuenta con mil donantes censados. Paradojas de la vida: Virginia no puede donar sangre porque antaño sufrió una hepatitis.

«La tradición donante ha evolucionado mucho, muchísimo», recalca. «Aquí, en los pueblos, la gente habla, nos conocemos todos. La comunicación del boca a boca funciona bien. Ha sido una difusión muy familiar. Cada dos por tres, los vecinos me preguntan cuándo van a venir los de las donaciones de sangre a Huerta Cercada». ¿Y qué ha aprendido en estas dos décadas? «Mucho. Mi labor no se ciñe solo a las jornadas de donaciones de sangre. Hacemos numerosas reuniones. Nos dan charlas muy didácticas. He conocido a gente de varios pueblos. Al final, es una experiencia humana. Cuando la donación sale bien, siento una satisfacción inmensa. No paro de aprender. Formar parte de esto solo me aporta alegrías».

Colaboración

Virginia empezó al lado de una pionera en cuanto al rol de mujer avanzada, como fue Carmen Vargas en el pueblo. «Tengo un hermano que siempre ha sido donante de sangre. Durante un tiempo trabajé con una hueteña, Carmen Vargas. Colaboraba con ella y participaba en charlas. Así fui entrando en el universo de la donación de sangre».

La presidenta de la Hermandad de Donantes Altruistas de Sangre de Huétor Vega no tiene tiempo de aburrirse. «Me pongo hasta nerviosa de la alegría cada vez que vienen a realizar las extracciones de sangre. Aprendo y me siento útil. Mi hijo me ayuda mucho. Y también un señor mayor que vive en el pueblo». ¿Cómo reaccionan los donantes? «Preparamos una mesa con zumos y Maritoñis. La gente asocia ya la donación de sangre con la forma de la torta granadina por excelencia. Las caras son siempre de felicidad. Si alguien viene y no puede donar por tener anemia, le sienta mal. Es un bajón. Los donantes hueteños son personas auténticasy comprometidas».

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¿Y el perfil del donante hueteño? «Cada vez hay más gente joven. Hemos hecho hincapié en las guarderías y en las catequesis. Repartimos octavillas e informamos a la juventud. Pero sin ponernos muy pesados tampoco». Virginia desprende la misma vitalidad, la misma ilusión que en sus primeros años en esta aventura. Y eso se contagia.

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