Una cruz 'casera' triunfa en Huétor Vega

La concejala de Fiestas, Elisa González Pedraza, reconocía que el jurado lo ha tenido difícil este año debido al elevado nivel de las cruces hueteñas. El primer premio, dotado con 300 euros, recayó en una cruz casera, la de Adrián Molina Peña, ubicada en la calle Manuel Cano Tamayo. El segundo (200 euros), para la cruz montada por el quiosco-bar del Parque de La Nava. Y el tercero (100 euros), para la cruz montada por el bar El Turista, en la calle Virgen del Rosario.

La jornada prometía en La Nava, donde no faltaron los miembros del equipo de gobierno, con el alcalde, Mariano Molina del Paso, al frente. Desde la mañana hubo concurso popular de cruces, con visita del jurado. Y por la tarde, actuación de grupos de baile de la Escuela de Música y Danza, con la reciente incorporación de la profesora Sofía Carmona, y el grupo de mayores La Movida de La Nava, encabezado por Miguel Ballesteros. Vaya patas para un banco.

Tapas

Del mismo modo, la gastronomía jugó un papel importante en el Día de la Cruz de Huétor Vega. Una fiesta especial, en la que la rica gastronomía de la tierra, en plena vega granadina, brilla con luz propia. El desglose de cruces incluía tapas para todos los gustos. Así, se sirvió arroz en la cruz municipal, situada en el Centro Social La Nava. Hubo carne en salsa en la peña deportiva Ébano (plaza Abdal-Malik). Los callos con garbanzos fueron protagonistas en la cruz de Mis Flamenquitas (Plaza de la Cañadilla), mientras que el plato alpujarreño de la vega hizo las delicias en el espacio adornado por Puchero Cervega (Plaza San Miguel Bajo).

Tampoco podían faltar las migas en el Parque de Los Pinos, de la mano de la Rondalla San Roque. En cambio, en el Café París (calle Jiménez), optaron por los mejillones. La refundada Asociación Los Rebites (Plaza de la Constitución) ofreció arroz caicena. El bar La Corría (Maestro Pérez Fernández), patatas con huevo. Y la peña deportiva El Puntillo, en el Recinto Ferial, costillas de cerdo a la brasa.

Buenas costumbres

Por su parte, la cruz del Parque de La Nava, prefirió el choto. Alternativa que se pudo complementar con los huevos rotos de la cruz del café bar Turista (calle Virgen del Rosario, 21). La ganadora del año pasado, La Fabriquilla, destacó por sus famosas albóndigas.

Entre los visitantes pululaba el mismísimo Coro de la Hermandad del Rocío de Las Gabias. Arturo Marín valoraba positivamente el cuidado que, año tras año, Huétor Vega hace de sus tradiciones. Luisa Garrido ponía el acento en la buena costumbre de una habas del tiempo, exquisitas en este pueblo, acompañadas por la saladilla de rigor. Emilio Rojas, que sabe lo que es bailar en distintos espacios hueteños, motivaba a los veteranos de La Movida de La Nava. Mientras, Carmen Ballesteros recalcaba la identidad de las cruces de Huétor Vega, en un balcón privilegiado entre la sierra y la vega. Además, los jardines de La Nava son otro balcón al municipio.

¿El broche? Adornar la cruz de piedra, en la avenida de Andalucía, con un molde de claveles. Entre familiares, amigos, color, imaginación y floreadas estampas.