En el IES Los Neveros de Huétor Vega se prohíbe el uso de terminales para dar un «respiro» al alumnado. E. T.

El instituto de Huétor Vega aplica con rigidez la política 'móvil cero'

«Llevamos doce expulsados, vamos en serio», afirma el director del IES Los Neveros, donde se prohíbe desde este curso la presencia de los dispositivos

Eduardo Tébar

Huétor Vega

Martes, 28 de noviembre 2023, 20:28

La entrada del curso 2023-2024 ha llegado con importantes de novedades en el IES Los Neveros de Huétor Vega. A la implantación del Bachillerato y el estreno del nuevo director hay que añadir una medida revolucionaria: el móvil está prohibido en el instituto. «Es el curso de la ilusión. Y esa ilusión está en el ambiente. El centro ha cambiado mucho con el Bachillerato. El alumnado lo nota. Es otra dinámica», comenta Juan de Dios Rodríguez, quien hasta antes del verano ejercía como jefe de estudios y ha tomado el relevo de Plácido Hurtado al frente del centro educativo.

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La política 'Móvil free' ha sido consensuada por el claustro. Durante el curso pasado, el teléfono era un elemento habitual en clase. Si un alumno no traía un libro, lo consultaba así en versión digital. El aparato representaba un recurso más. Pero, después de darle vueltas al asunto en el claustro, el equipo directivo tomó la determinación de acabar con la presencia del móvil en el instituto. «En el claustro le pareció a todo el mundo bien porque ya habíamos visto que, aunque los móviles aportaban cosas positivas, había más aspectos negativos», explica el director.

Un alumno del instituto Los Neveros de Huétor Vega deposita su teléfono en la caja donde se quedan 'custodiados'. Pepe Marín

Los 'contras', entienden, superan a los 'pros'. Y van todos a una. Propusieron la medida en el Consejo Escolar, donde se aprobó. Luego, la habitual reunión informativa con padres y madres en septiembre, que esta vez resultó un monográfico sobre el tema del móvil. Por último, el alumnado, a quienes se les comunicó la norma el primer día.

Alguno pudo pensar que se trata de un farol y que no pasa nada por llevar el móvil escondido en la mochila. «En cuanto expulsamos la primera semana a tres, vieron que la medida iba en serio», revela Rodríguez. Hasta mediados de noviembre, el número de expulsiones que se han producido son doce. El instituto cuenta con 380 estudiantes. ¿En qué consiste la sanción? Un día de expulsión a casa. Y, ojo, no se penaliza usar el dispositivo, sino la mera tenencia en el recinto.

Recipiente en la entrada del instituto de Huétor Vega, donde a diario se depositan entre diez y quince móviles en horario lectivo. E. T.

«El móvil no puede estar en el instituto. Eso es lo que sancionamos. Y esa es la complicidad que le pedimos a las familias en su momento. Siempre hay alguno que lo tiene escondido, que lo lleva en la mochila, y esos son los que están cayendo. Las familias han acogido bien la medida. Están muy contentas y el alumnado asumió la decisión», valora el director.

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Ganar en tranquilidad

«Hay familias que nos han dicho que su hijo lo agradece. Hubo casos de incredulidad, pensaban que estos son cosas que luego no se hacen. Pero cuando vieron que a los dos o tres días se estaban tomando medidas serias, se encontraron con los móviles en la cocina. En el instituto ahora no existe la posibilidad de ver la hora en el móvil. Simplemente eso permite que estén tranquilos», apunta.

Tampoco funciona la triquiñuela de los nuevos relojes inteligentes: el centro dispone de mecanismos para detectar las conexiones por Bluetooth en la sala. «La dinámica es que el móvil se queda en casa. Nadie puede traer el móvil al instituto. Pero entendemos que hay múltiples realidades familiares. Por eso tenemos habilitado un espacio en la entrada para dejar el móvil. En esos casos, a las 14.45 se devuelve. Soy consciente de que uno no le deja el móvil a cualquiera. Les dije que no hay problema, que yo estoy aquí a las 8.15. Que me den el móvil a mí y, como director yo me hago cargo de vuestro móvil y de que no se pierda. Y a las 14.45 se lo devuelve la jefa de estudios o el secretario. El efecto es que durante todas esas horas están tranquilos», dice el director.

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«El teléfono genera muchos problemas de convivencia»

En el IES Los Neveros no se consideran pioneros en implantar esta medida, muy debatida estos días en diferentes comunidades autónomas, pero sí que sacan pecho por lo rígidos que están siendo con el cumplimiento de la norma. «El móvil es un elemento disruptivo, genera muchos problemas de convivencia», opina el director. «Genera grabaciones, amenazas… Una serie de usos malintencionados que pueden derivar en sanciones gordas, incluso con mucho recorrido judicial», advierte. Y, sí, el máximo responsables del IES Los Neveros confirma que en este instituto, como en prácticamente todos los de la provincia, han vivido experiencias muy desagradables. «Ahora, en lo que llevamos de curso, no hemos sufrido ningún episodio de este tipo», recalca.

Juan de Dios Rodríguez valora el éxito de la medida: «Desde septiembre hasta ahora no hemos tenido ni una sola imagen o grabación que haya acabado en un conflicto. Estamos muchísimo más tranquilos desde que el móvil no está en clase. No hay nada que pudiéramos hacer con el móvil que no estemos haciendo sin él. Observamos que el alumnado está tranquilo. Podemos dar la clase sin la sensación de que se está iluminando una cara porque alguien está viendo el móvil debajo de la mesa. O que aparezca un sonido. Esa realidad no existe ya en clase. Esto genera tranquilidad: no tenemos que afrontar situaciones como que a quinta hora ha desaparecido un móvil de una mochila. Ahora vemos el alumnado que sale al patio y está tranquilo».

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