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David Hurtado muestra la camiseta conmemorativa por sus doscientos partidos con el Huétor Vega. E. T.
«Que el CD Huétor Vega lleve siete años en Tercera es un logro»

«Que el CD Huétor Vega lleve siete años en Tercera es un logro»

David Hurtado ·

El capitán del club metropolitano es una leyenda en la historia de la entidad y ejerce de líder absoluto tanto dentro como fuera del vestuario

EDUARDO TÉBAR

Viernes, 30 de septiembre 2022, 13:50

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David Hurtado es más que un hombre de club y el capitán del CD Huétor Vega. Recientemente se le rindió un homenaje en el Municipal Las Viñas por sus doscientos partidos con la camiseta verde. Una cifra que lo convierte en leyenda. Si se lee en su contexto, es decir, en un periodo que va del ascenso a Tercera a la consagración en la categoría durante seis temporadas, se deduce que Hurtado es un futbolista clave en la historia de la entidad. Lleva el escudo tatuado en el alma. El medio centro de 29 años, admirador del germano Toni Kroos, ejerce de líder dentro y fuera del vestuario. Y en el futuro se ve de entrenador.

–Doscientos partidos. ¿Es usted consciente?

–Cuando disfrutas tanto de una categoría así son como unas vacaciones. Se te hace corto. Ahora empiezo la séptima temporada en Tercera y se me han pasado volando. Estoy en mi pueblo, disfrutando cada domingo. La verdad es que es maravilloso. Son doscientos partidos y espero que sean muchos más. Empecé esta etapa un par de años antes del ascenso, en Primera Andaluza. Venía del Arenas de Armilla. Ascendimos en 2016 con Luis Navarro en el banquillo; hasta este año ha sido nuestro director deportivo.

–Durante este tiempo también ha crecido el club. Se nota hasta en las instalaciones en el campo.

–Cuando me toca hablar delante de gente del pueblo o de los socios, siempre digo que gran parte de la culpa de esto la tienen la directiva y Félix Márquez, el presidente. Gracias a ellos somos uno de los equipos más laureados de la provincia. Hay un gran trabajo en la sombra, una labor que no se ve pero que está ahí por parte del presidente y de la directiva. Lograr patrocinios, sanear las cuentas, pagar a los jugadores, mover a los socios… Los jugadores intentamos temporada tras temporada que el Huétor siga en Tercera, pero hay una labor esencial por parte de ellos en los despachos.

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–¿El objetivo este año es una permanencia sin angustias?

–La realidad es que tenemos siempre uno de los presupuestos más bajos de la categoría. Hay clubes que representan a provincias, como el Real Jaén, el Almería B o Atlético Malagueño. Hay filiales. Hay gente experimentada que viene de otras categorías y ganando bastante dinero. Que el Huétor Vega esté en Tercera durante siete años consecutivos es un logro. El crecimiento se nota en que hay jugadores que ya quieren venir a jugar aquí, cuando antes no era un destino tan apetecible. Ahora hay jugadores que llaman a la puerta. Además, Huétor Vega está al lado de Granada, tiene sus ventajas y se ha consagrado en la categoría.

«Es bonito ver a niños que acuden al colegio y al campo con la camiseta del equipo»

–Este verano corrieron rumores sobre el interés de fondos inversores...

–Algo he escuchado, pero no estoy muy puesto en eso. Pero que se ofrezcan fondos inversores ya es un decir. Ha ocurrido este año en Torre del Mar o en el Atlético Porcuna, donde han metido dinero y ha habido grandes fichajes.

–¿Le han impresionado ciertos estadios de la categoría?

–Sí. El del Real Jaén o el del Linares. Jugar en esos campos te da un estatus más grande. 3.000 personas en Jaén o en Linarejos. En Jaén se vive mucho el fútbol por las tardes. La gente aprieta. Jugar en Tercera en esos campos es un privilegio.

Enlace con el pueblo

–Es usted el capitán y la principal conexión del vestuario con el municipio.

–Es un orgullo. Son siete temporadas en Tercera, soy del pueblo y seguramente más que yo no siente nadie este escudo. Mi contacto con el presidente es más directo porque saben que siempre voy a querer lo mejor para el club. A mí me duele este escudo. Eso también se ha traducido en percibir el cariño de la gente por la calle. He estado en momentos buenos, en momentos malos, en momentos peores. Y cuando te quieres dar cuenta, ves que estás defendiendo a tu pueblo en una categoría que incluye a equipos de varias provincias, incluso a Melilla. Para mí es un honor. Y que se me reconozca, como hicieron el otro día, es un orgullo y estoy muy agradecido.

–¿Le reconocen por la calle?

–Sí, mucho (sonríe). Sobre todo lo noto en los niños, chavales de las escuelas que están empezando. De hecho, el año pasado había niños que se compraban la camiseta con mi nombre. Eso es bonito de ver, porque lo normal es que vayan con camisetas del Madrid o del Barça. Cada vez se ven más niños yendo al colegio con la camiseta del Huétor Vega. Veo a sus padres comprándolas.

E. T.

–¿Percibe que la masa social ha aumentado?

–Me gusta preguntar y ser un poco cotilla para enterarme de cuántos socios ha habido este año o cómo ha ido la entrada en cada partido. Noto que cada año se asienta más el equipo y que la gente se percata de que esto va en serio. El equipo se ha consagrado en la categoría y eso se traduce en que cada vez viene más gente.

–¿Cómo orienta a los jugadores que vienen de fuera?

–Huétor Vega ha crecido tanto que vienen jugadores que son de otras provincias. Este año tenemos a cinco o seis que viven cerca de aquí, en un piso, y solo se dedican a jugar al fútbol. Trato de tenderles mi mano, enseñarles el pueblo, recomendarles sitios y ayudarles un poco.

–¿Qué gol guarda en la retina?

–El año pasado, perdiendo ante el Almería B. Me dieron un balón al borde del área y la clavé por la escuadra. En el descuento. Júbilo.

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