Escolares de Huétor Vega ensayan qué hacer en caso de terremoto
El colegio Nuestra Señora de las Angustias, que cuenta con un Plan de Autoprotección, realiza con éxito un simulacro de seísmo
e. tébar
Huétor Vega
Lunes, 1 de febrero 2021, 21:32
El enjambre sísmico que está haciendo temblequear Granada en los últimos días ha obligado a la población a tomar nota para saber cómo actuar en caso de terremoto. Han sido varias las sacudidas por encima de 4 en la escala de Richter, lo que ha provocado que algunas paredes se hayan movido como un flan, además del tintineo de objetos y el baile de estanterías, todo ello acompañado de un estruendo que siembra el pánico durante unos segundos. Ante esto –piensan en el colegio Nuestra Señora de las Angustias de Huétor Vega–, nada como la respuesta didáctica.
El viernes pasado, este centro educativo realizó con éxito un ensayo general de confinamiento por terremoto. Fue un ejercicio por sorpresa y participaron todas las aulas a la vez. En total, 329 alumnos. Todo surgió por iniciativa de un profesor, Ramón, que es el coordinador del Plan de Autoprotección del colegio de la calle Martín Recuerda. Al director, Eduardo Ubago, le pareció una buena idea. Es más, tras la serie de seísmos, cada docente repasó este plan de seguridad. Entonces sobrevino la ocurrencia: «¿Por qué no ponerlo en práctica con los niños y niñas?». «Pensamos que sería bueno efectuar pequeños ensayos en clase y aplicar las pautas de lo que se debe hacer en esta situación», explicaba el director minutos después del 'examen'.
El ensayo estaba anunciado, pero nadie sabía en qué momento exacto se iba producir este simulacro de terremoto. Tenía que ser así: los temblores de la tierra son impredecibles y llegan sin avisar. No hubo que esperar mucho: la 'alarma' saltó en torno a las nueve y media de la mañana. «Estamos muy contentos porque ha salido bien», comentaba Ubago con alivio. El ejercicio consistía en la emisión de un pitido continuo. En ese instante, todo el alumnado –los docentes también– debía esconderse debajo de su mesa para estar a salvo ante la hipotética caída de objetos o el desprendimiento de falsos techos.

Aprobado general. El coordinador del Plan de Autoprotección aplaudió la reacción de los escolares, que actuaron «de forma rápida y serena». Un experimento satisfactorio gracias a la labor en la sombra de otro aliado, David Guerrero, bombero de Granada y uno de los padres de la comunidad educativa de Nuestra Señora de las Angustias en Huétor Vega. Sus consejos fueron clave. «Tenemos la suerte de que las familias colaboran mucho con el 'cole'», señaló el director.
El bombero David Guerrero revisó detalles en el centro antes de la puesta en marcha del ejercicio. Flecos como, por ejemplo, dónde colocarse si el terremoto ocurre estando en el gimnasio. «Y nos han orientado, sobre todo, con qué hacer en los espacios más abiertos, porque en la clase está claro cómo habría que protegerse, pero si se da la circunstancia en otros espacios del centro, sus observaciones nos han resultado de gran ayuda. Es importante mantener la serenidad y la tranquilidad en ese margen de tiempo», añadió el responsable del CEIP Nuestra Señora de las Angustias.
Tranquilizador
«Para las familias también ha sido un ejercicio tranquilizador. Muchos niños llegaban a casa diciendo que se habían escondido en una cueva protectora. Los niños le dan ese toque también. Están concienciados y esperemos que se quede todo en un mero ensayo», deseó Eduardo Ubago. Un ensayo que se activó con una señal sonora: «Los niños y niñas tenían que meterse debajo y quedarse ahí hasta el cambio de sonido. El pitido ha durado aproximadamente un minuto y medio, que es el tiempo que ha estado cada alumno debajo de su pupitre».
¿La reacción posterior? «Al terminar, se han escuchado los aplausos en todas las clases. Los docentes han comentado lo bien que ha salido el ensayo. Una experiencia más, que no son pocas en los últimos meses», resopló el director. «Somos 329 alumnos y todos han vivido el ensayo a la vez. Nuestro Plan de Autoprotección contempla que estén con el tutor o con el especialista. En ese sentido, por suerte, lo tenemos todo muy bien atado y recogido. Los equipos de emergencia saben cuál es su función. Así ha realizado el ensayo cada grupo, con el docente que le ha tocado en ese momento. Queríamos que fuese de esa forma para que resultará lo más real posible», resumió.

Un espacio para el diálogo
En esa misma fecha, el pasado 29 de enero, el colegio Nuestra Señora de las Angustias de Huétor Vega celebró el Día Escolar de la No Violencia y la Paz con diferentes actividades. Todos los escolares realizaron un banderín con un dibujo, un símbolo o un mensaje sobre la paz. Un conjunto de 329 banderines que han decorado el centro con mensajes pacifistas. Entre murales colaborativos con diferentes clases y pasillos adornados con la palabra 'paz', se trabajó en cada una de las aulas de manera específica este día. «Los más pequeños han dibujado palomas y los más grandes han trasladado mensajes en los tres idiomas que tenemos en el centro, pues al ser un centro bilingüe trabajamos en inglés francés y castellano», señala el director, Eduardo Ubago.
Además, en el patio de la entrada del centro educativo se ha creado un espacio de diálogo, de paz y de expresión de las emociones. «Es muy vistoso, con un banco donde los niños y las niñas se pueden sentar y dialogar cuando haya un problema», apunta el director, quien destaca también «el mural pintado por madres del colegio, donde expresan sus emociones; en definitiva, es un espacio de calma y de paz».
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