El CEIP Mariana Pineda ensalza los valores del amor y la amistad

El colegio Mariana Pineda de Huétor Vega ha celebrado esta semana el Día del Amor y la Amistad. «Al profesorado del centro nos preocupan las emociones de nuestro alumnado, por lo que llevamos cuatro cursos que entran a formar parte del currículum educativo a través de proyectos y actividades específicas», explica la directora, Pilar Gómez. «Este curso hemos decidido llevar a cabo el programa 'Aulas Felices', con el que cada mes afrontamos una fortaleza mediante diferentes recursos: audiciones, videos, charlas o debates», aclara la responsable del CEIP hueteño.

«Debido a la pandemia, vemos más necesario que nunca centrarnos en las emociones. Nuestros niños y niñas están viviendo una situación anómala, estresante, cargada de miedos, incertidumbres y tristeza, y qué mejor que desde el colegio se intenten descargar estas tensiones. Por ello, desde que comenzó el curso hemos organizado actividades para que el alumnado sea lo más feliz posible», argumenta Gómez.

Como en años anteriores, en el Mariana Pineda de Huétor Vega han trabajado sobre el eje temático del Día del Amor y la Amistad (14 de febrero). En esta ocasión, elaborando tarjetas de felicitación y prestando atención al concepto del beso, «esa pequeña acción que alegra la vida». El cuento ilustrado 'Un beso antes de desayunar', de Raquel Díaz Reguera, sirvió de hilo conductor para «reconocer lo necesario que es un beso». El alumnado cantó y aprendió con lenguaje de símbolos la canción 'Un beso redondo'.

«Era necesario implicar a las familias en la actividad y les hemos pedido que nos abran las puertas de sus casas, mandando una fotografía con un beso antes de desayunar, actividad que ha tenido una aceptación y participación abrumante, dando lugar a un vídeo entrañable con más de cien fotografías», apunta la directora.

El 16 de febrero, por la mañana, el profesorado colocó encima de sus ropas un gran corazón para recibir a los alumnos y alumnas, alegrando la entrada con la canción 'Un beso redondo'. «Para despedirlos les ofrecimos, con todo el cariño que se merecen y nuestra mejor sonrisa, un globo con forma de corazón», resume Pilar Gómez. Y también los profesores tuvieron su pequeña sorpresa: recibieron otro corazón lleno de buenos deseos y de agradecimientos.