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Carrusel de cruces en Huétor Vega

Once familias del municipio metropolitano abren sus hogares ante la cámara para participar en una ronda de conexiones

E.T.

Huétor Vega

Domingo, 3 de mayo 2020

El Ayuntamiento de Huétor Vega se ha propuesto mantener la tradición del Día de la Cruz. Este año, debido al confinamiento por la pandemia, el municipio ha vivido un 3 de mayo diferente. El espectáculo no estaba en las calles ni en los patios, sino en la pantalla. Haciendo un símil deportivo, ha sido un 'Carrusel de cruces'. A través de las concejalías de Cultura y Fiestas se animó a la vecindad a montar las cruces en casa, fieles a la costumbre. Y han sido más de una decena las que se han podido contemplar desde el mediodía en una multiconferencia disponible en la página del Ayuntamiento en Facebook.

'Queremos ver tu cruz', instaba el cartel virtual. «La actividad únicamente pretende que las personas muestren sus trabajos creativos en torno a una cruz. Esta dinamización incide en la participación, la relación, la visualización, la conversación y la socialización después de casi dos meses ausentes en la convivencia», explicó el Consistorio metropolitano. Niños, jóvenes, adultos y mayores. Una llamada general para crear montajes y exponerlos ante la cámara para que el pueblo los disfrute. «Con el único objetivo de contribuir, en la medida de nuestras posibilidades, al dinamismo dentro del estado pasivo que vivimos». Once familias han abierto las puertas de sus hogares para enseñar sus diseños «a través de una breve entrevista profesional».

La 'Cruz de las manzanas', de Vega y Marco, inició la tanda con originalidad, usando cajas de productos tecnológicos en convivencia con salaíllas caseras y las típicas habas de la zona. Era el día de las madres y la de Vega compartió con la audiencia secretos como que a su hija le encanta disfrazarse de gitana o que el amante de las manzanas es el papá. A continuación llegó el turno de la familia 'Las Ratillas', con su 'Cruz de los recuerdos', repleta de referencias flamencas. Uno de sus artífices, Alberto (bailaor), evocó la intensa creatividad que el grupo Mis Flamenkitos aplica cada año por estas fechas en su habitual montaje en la plaza de la Cañadilla. Castañuelas, habas, un rincón para la Virgen del Rocío: todo guiño es poco para mantener viva la presencia de un colectivo esencial en la vida cultural del municipio y que ahora ve interrumpida su ajetreada agenda.

Por su lado, Mónica y Chus, concejales hasta hace no mucho el Ayuntamiento de Huétor Vega, presentaron la 'Cruz de los anhelos'. Dados los acontecimientos, en los que las medidas de aislamiento impiden disfrutar de las Cruces rodeados de la gente querida y con toda la viveza barrial que arrastran estos festejos, la pareja quiso tener un recuerdo para la familia y los amigos con los que no se pueden reunir en estos momentos. Y acentuando la idea de que los simbólico cobra hoy un significado por encima de las cosas materiales. Detalles como la navaja remitieron a la Rondalla, a la que ambos pertenecen, sin olvidar el vino de Granada. El matrimonio lanzó un mensaje de ánimo e ilusión a todo Huétor.

Mensajes de ánimo

En cambio, la de Rosi y Miguel fue la 'Cruz de los confinados'. Nombre explícito y coyuntural para un montaje acorde con la realidad común estas últimas semanas. Una guitarra de cartón con cuerdas de hilo o un vestido de gitana que llevaba más de dos décadas guardado en el armario sirvieron para cincelar un cuadro en el que no podía faltar el mosto de la tierra. La abundancia de referencias granadinas y algunos detalles devolvieron el recuerdo de los que se hallan lejos. Y entre todo eso, los abanicos de cartulina o un botijo con un cuarto de siglo de historia. «Nos hemos divertido haciendo esta cruz durante dos días y medio. Somos felices compartiendo esto. Mandamos la máxima fuerza y ánimo a todos«, manifestaron en la conexión.

Un alto en la ronda para dar paso a la concejala de Cultura y Fiestas, Elisa González Pedraza, que comentaba la jugada en directo, como si de una retransmisión deportiva o la misma Semana Santa se tratase. «Las Cruces de Huétor Vega este año están llenas de recuerdos y eso es muy emotivo. Hay mucho sentimientos y esfuerzo», señaló. Otro edil del equipo de gobierno, Adrián, era uno de los participantes. En compañía de Ignacio, recuperó la cruz con la que ganó el premio local en el año 2016. Adrián es un entusiasta de esta tradición, que le inculcó su abuela en Huétor. Cerámica granadina, caldo mosto y hasta una muñeca Rosaura enfundada en indumentaria flamenca (en sincronía con otras devociones marianas andaluzas) fueron vistas en la emisión. Con saludo a la Virgen de Araceli, de Lucena, la tierra de Ignacio.

Por su lado, Pepe y María José dieron forma a 'La reducida'. Otro nombre definitorio: «En estas circunstancias es muy difícil tener acceso a los elementos necesarios. La escasez promueve la imaginación. Se me ocurrió realizar algo pequeño inspirado en mi afición al belenismo». A pesar de sus 22 centómetros de alto y ancho, a esta cruz no le faltaron los ingredientes básicos. Ni siquiera un plato de monedas en alusión al chavico. Las dos semanas de trabajo desembocaron en un resultado nada desdeñable.

Otro matrimonio, el de Jemi y Daniel, apostó por algo más moderno: la cruz del 'Bar-cón (finado)'. Elaborada, entre otros enseres, con guantes y mascarillas de protección, es una alegoría de la situación que toca vivir ahora. Y un homenaje a los sanitarios, periodistas o trabajadores sociales que dan el callo en momentos difíciles. La pareja, muy integrada en el municipio en menos de un año de residencia, adornó el rincón con vino local y aguacates, tan propios de la tierra de Daniel, Almuñécar. En cuanto a Lola y Antonio, su amor por el Coro Rociero Virgen del Rosario marcó el carácter de una cruz rematada con elementos inspirados en el taller municipal de manualidades. Ambos quisieron plasmar un homenaje a las víctimas de la pandemia. Lola y Antonio son unos clásicos de las Cruces de Huétor Vega. No podían faltar en esta ocasión.

Recursos a mano

Ya en el tramo final de este carrusel, sorprendió una obra repleta de rosas de diversos colores, procedentes del jardín de Rosario. Verduras del terruño y un saludo para su madre. No menos llamativo fue 'La Alhambra', la cruz formada por botellines de cerveza de Rocío y Pablo. El aplauso para todos incluyó una última visita por la 'Cruz de Las Viñas' de Patricia, embellecida con un collage de papeles decorativos: «Se trataba de aprovechar los recursos que teníamos en casa. Nos acordamos de la familia o de mis más de veinte años de traje de flamenca y bandurria», apuntó.

La concejala responsable de esta iniciativa, González Pedraza, no contuvo su deseo de otorgar un premio a todos los participantes. «Cuando pase esto contactaremos con todos y les daremos un regalo de recuerdo», avanzó. Y así transcurrieron las Cruces de mayo de Huétor Vega en 2020. No son los festejos que nadie imaginaba. Pero ninguno de los participantes podrá evitar guardarlas en un apartado especial en su recuerdo.

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Carrusel de cruces en Huétor Vega